Poco más o menos. | índice |
Sigo con la montá de muebles por aquí y por allá. Ahora también tocó el turno a la habitación de M. Se me da bien, incluso taladro en mano.
Ha sido una semana de leve y constante sensación depresiva. A veces creo que tiene que ver con el cambio de dosis forzada de sertralina; otras lo achaco simplemente a esta cuadrilla de demonios de distinto talante que pueblan mi cerebro. En fin, a final de semana volví al trabajo y además con jornada completa y mucha atención a cliente, así que la cruda realidad me puso en mi sitio y parece que ya voy echando luz de nuevo. Espero que dure algo más de tiempo.
Corre que te corre en la tercera semana de mi vuelta oficial a la correntilla. Estoy usando una hojica de cálculo para no tirar de ningún tipo de app de rastreo externa con servidores LLM consumiendo energía nuclear y recursos hídricos como si no hubiera -porque no hay- mañana. Así que la próxima semana ya estaré haciendo 3km corriendo y 2km andando, lo que para mí, sin ningún lugar a dudas, ya se puede considerar volver a la vida en movimiento simulado de caída hacia delante.
Y hasta aquí el arroz de la semana. Espero que los estantes llenos de turrones y mantecaos no os agobien tanto como a mí. Os quiero. Un abrazo.