Poco más o menos. | índice |
Las vacaciones precampaña navideña han sido provechosas en lo de escribir. Un primer borrador de más de 11.000 palabras que espero que lleguen a 20.000 el último día de mes. A veces el relato me sume en estados de ánimo extraños, pero me gusta porque siento que me prepara para continuar por el lugar por donde quedó el día anterior.
Demonios controlados. Dolores de cabeza leves y asumibles. Varios días como queriendo caer en catarro pero que no termina de cuajar. Glóbulos blancos luchando como percebes con lo que quiera que luchen esos bichos.
Me volví a encontrar con el vecino y esta vez le confesé que soy yo el de la batería. Pero también le dije que "no em fotis", que siempre lo hago a horas comunes y corrientes. Por suerte el hombre iba un poco bolillón y se lo tomó como merezco. La buhardilla ya está montada para los quehaceres musicales e incluso me he permitido fantasear con experimentar algunos formatos de creación-publicación. No hay prisa.
Poca correntilla aunque provechosa. Hoy con un poco más de ánimo y en cuantico -que no cuántico- tienda la lavadora que está dando vueltas igual me animo y salgo a trotar mis 5k del alma.
La imagen que me acompañó estas vacaciones fue la del perro más enfadado del mundo, obra de Lynch y que alguien sabrá que es parte de una tira cómica que estuvo publicando durante años en un periódico. La paranoias de Lynch, claro.
Esta semana de vacaciones no he visto ni una sola película. Así soy. Ando viendo la serie "No me gusta conducir" y me está gustando.
También aprovechamos para visitar a la familia el sábado. Están bien, envejeciendo según lo previsible y esperado.
Pues nada más. Aprovechad el tiempo o no lo hagáis, en realidad es lo mismo. Os quiero. Un abrazo.