EscribirSinIA
por juanlogarcia, un texto diario aquí y en mastodon.
Tengo derecho adquirido a la errata y la falta ortográfica.
#_Temporada_2
¡Ahora actualizado por terminal vía script! v.1

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#47 #10_8 #_SinAlma

Pedro Antonio sin alma. Parte 1.
La quería tanto que, incluso, amaba sus profundos ronquidos cada noche. Podía quedarse en vela horas y horas, solo para su disfrute sonoro. También para ahuyentar al maligno, que noche sí, noche también, resultaba ser invocado por el gutunasal canto.
–¿Quién osa llamar al Príncipe de la Tinie…? ¿Otra vez?, que ya van ocho este mes.
–No se lo tome a mal, Su Malignidad. No lo hace a propósito.
–Si no digo que no… pero que a mí, cuando se me llama, se requiere un cobro de alma, ¡qué menos!
–Le entrego la mía a cambio de la de ella.
–A ver, date la vuelta. No está mal, no está nada mal. Hecho. Tu alma por la de la fémina.
–Ah, ¿pero ahora?
–Pues claro, imbécil. ¿Cuándo, si no? Además, me quedo el alma. Con tu vida haz lo que quieras.
–Pero a mí me gustaría disponer del alma un poquito más… —Aquí, Pedro Antonio quedó pensativo, pues no tenía claro qué significaba eso de vivir “sin alma”.


#46 #9_8 #_borradordeLaMuerte

1
Estoy muerto. Vaya espóiler. Ahora lo normal sería narrar los pormenores de mi final, pero parece más importante dejar claro, cuanto antes, que sí, que hay vida después de la vida, de una manera intrincada y extraña, y llena de singulares quiebros, pero algo expresado y consciente, en definitiva.
Supongo que hay un montón de preguntas que os estaréis haciendo, pero lo siento. Por desgracia, y como podéis apreciar, esta comunicación no es bidireccional. Lo excepcional de que me leáis se debe a hechos que, más adelante, explicaré, quizá cuando os quedéis impregnados de esta coincidencia, para la que se han requerido algunos cientos de años. Da igual el tiempo exacto. En realidad, el tiempo da exactamente igual, solo es tiempo, y ya os digo que deberíais darle la misma importancia que un calvo al pelo. Hay calvos que le dan mucha importancia al pelo, claro que los hay, pero no deberían, porque son como el tiempo, no importan. El pelo y el tiempo vuelven. Eh, tú, calvo, te lo digo a ti, no sigas por ahí. Déjate de viajes exóticos e impostados tupés. O haz lo que te dé la gana.
Otra cosa de estar muerto es que se divaga bastante.


#45 #8_8 #_algunosSueños

Subiendo por el margen izquierdo de la cuesta hacia el ayuntamiento, doy con la plaza que, tiempo atrás, ayudé a parir, curiosa muestra de coincidencia pues, un poco más arriba, mi padre y mi abuelo ayudaron a parir el empedrado en el suelo de otra plaza, una más antigua y medieval, probablemente para tapar los siglos de sangres de miles de matanzas, animales y humanas. Pero, donde la plaza —mi plaza— se hallaba, ahora solo hay un solar descuidado al que un agricultor se dispone a dejar en tierra labrada. Y, qué pasó aquí, parece que pregunto con el simple gesto de pararme a observarlo. Aquí lo que ocurre es que, por la tontuna de 250 pesetas, la tierra es de otros, y ni que el ayuntamiento piense que, por estar en su puerta, le pertenece. Con estas palabras, la orden está clara: debo hacerme con aquel trozo de campo para regalarlo al pueblo, que tanto tormento me debe y, por tanto, mi sangre y mis heces.


#44 #7_8 #_últimasVoluntades

Demonio, qué más has aprendido durante todo este tiempo, Ahora sé cantar los dulces deseos de hombres y mujeres; tengo por cama una mullida capa de remordimientos y apetitos; puedo invocar mi propia ley por encima de la de los otros ocho mil millones de humanos; puedo pasar desapercibido siendo fraude de lo único e inigualable, Basta Demonio, todas esas cosas no se aprenden, Todas esas cosas se padecen, lo sé, pero también se aprenden, yo no vine aquí prendado de sexo y cólera, envidia y asco, a mí todo eso me ha sido enseñado, hasta impregnarlo en el fondo del tuétano como un aceite viscoso y oscuro que ni la cal del rezo podrá blanquear, Y ahora, Demonio, Ahora duermo.


#43 #6_8 #otros

Sopla que te sopla, al soplador que sopla las hojas del parque, las hormigas no le tienen precisamente estima, Señora, ha vuelto a ocurrir, De cuánto estamos hablando esta vez, Quizá de unas cuarenta horas de recogida de semillas de mimosifolia y de restos humanos comunes, De cuánto estamos hablando, he dicho. A la Reina Madre de esta colonia de hormigas lasius, reconvertidas a urbanitas, si hay algo que no le gusta, son las medias tintas, Señora, de los casi tres kilos que se recogieron en esas horas, había unos novecientos gramos aún sin almacenar en los alrededores del hormiguero. La Reina sabe que eso es inconcebible, y que pedir el esfuerzo de que no quede ni la más mínima parte de forraje sin almacenar sería un suicidio para sus pequeñas obreras. Pero también sabe que, por ella, harán lo que haga falta, incluso morir.


#42 #5_8 #otros

Qué más da si a Froggelio lo sacaron por la ventana o con algún invento atraviesa persianas. De lo que aquí tratamos, de lo que aquí realmente hablamos, es de que a Froggelio los aliens de la cama levantan, con pijama, gorro y el osito tuerto que con los brazos abraza.
No sabemos si se lo llevan para un profundo estudio de su alma de rana, o si, por el contrario, lo que les interesa es algo más carnal, intrusivo, descarado e incluso rozando la parranda.
Lo que sí sabemos es que Froggelio conquistará ese metabólico instrumento que los seres de otro planeta utilizan para convertir los nutrientes en energía... siempre y cuando esos nutrientes no sean el propio Froggelio. Esperamos que no.

*Inspirado en el arte de @CleefHanger


#41 #4_8 #_últimasVoluntades

Al doblar la esquina desdoblé el espacio. Dejé de estar aquí y allá para encontrarme ahí, sin más. Y que de gente se encontraba en este otro lado. Casi que estaban completos, no los conté, pero lo parecía. Aún así no nos sentíamos apretados, y hablo por todos y todas porque así lo decidieron, A ver, tú, el nuevo, que hable por todos, Y por todas, Y todes, preguntó alguien aún más inclusivo, Lo que queráis, a mi no me molesta.
Al doblar la esquina desdoblé el espacio. Dejé de estar aquí y allá, y por fin, encontré la felicidad.


#40 #3_8 #otros

Alfredo del demonio. Parte 2 de 2.

—Hola, Alfredo. ¿Cómo estás, chupapija? Te voy a matar cuando vengás.—
El demonio de la siesta, además de tocapelotas, argentino. Así, de entrada, es difícil tomarse demasiado en serio al anticristo. Pero siendo argentino, es posible que judío... bueno, ya me entienden.
A la casa de Alfredo acude un cura de formación benedictina. Un auténtico adalid de la contemplación, que tampoco le hace ascos a un buen partido de fútbol. Bien nos vendrá si, finalmente, el odioso resulta ser gaucho.
El cura, Eleuterio de nombre, Padrelu para los amigos, Compadrelu cuando se torna la cosa en cachondeo, lleva consigo las armas requeridas para una limpia de estas características, aunque, siendo a la hora de la siesta, se ha permitido traer una botella de coñac por si se alarga la sobremesa.
Es el momento. Eleuterio contra el demonio boludo. Si será una lucha limpia, lo dudamos. Si conseguirá Padrelu expulsar al mal de entre estas sábanas, quizá otro día lo sabremos.


#39 #2_8 #otros

Alfredo del demonio. Parte 1 de 2.

Alfredo está abocado a la repetición diaria de carácter satánico. Pese a lo trágico del inusual amargue, la circunstancia tiene una rara tendencia, pues suele ocurrir a una hora que, si bien en lo demoníaco tiene su aquel, en lo práctico rompe lo ya contado y registrado.
A Alfredo le vuelan por los aires la colección de figuritas Pokémon de la balda sobre la cama. Se le enciende el PC, reproduciendo canciones en MP3, pero al revés, que, aun no entendiendo nada, todo parece indicar que ahí se encuentra un mensaje del maligno. La cama le brinca y cabriola como rumiante en despeñadero, si bien esto último lo aprovecha para, ejem, para unas cosas, cuando puede.
Como ya advertimos, más allá del hecho, nada inusual, estando el mundo como está, lo más raro del evento no es la hora en sí, dada como es a las 3:33, hora más que comúnmente admitida como hora del mal. No, lo jodido del asunto es que ocurre a las 3:33 de la tarde, manchando de horrores una hora tan sagrada como es la de la siesta.


#38 #1_8 #_últimasVoluntades

Como ignoraba todo aquello que no sabía, se dijo que era momento de empezar a saber algo más. Lo que ocurre es que no sabiendo lo que no sabe es difícil dejar de ignorar lo que quería saber. Quería, por decir algo, y por convicción de que algo más habría que saber. Como fuera, el caso es que preguntó aquí y allá y le decían que no había problema en enseñarla, siempre y cuando tuviera claro lo que quería aprender y así orientarla, Que yo lo que quiero saber es lo que no sé, Ya, bueno, alma de cántaro, pero qué es lo que no sabes, Pues no lo sé. Y así con el enroque gastado, sin decidir si tirar para aquí o para allá, los años fueron pasando, sin que jamás llegara a saber nada más.


#37 #31_7 #otros

Me besó como el sol besa a un ahorcado en el río. La corriente bajo los pies a modo de sentimiento que desgarra. Los rayos que tocan porque no hay otra en la naturaleza onda/partícula.
Y pese a todo el daño, al recuerdo, la eternidad por vivir enroscado en el momento, pese a todo, no cambiaría ni un solo segundo de sufrimiento y arroyo. Te quise.


#36 #30_7 #poesía

Verde que te quiero verde, pero no este verde sucio lleno de polvo y rabia.
Verde que te quiero verde, el del melón rallao y el pino recién regao.


#35 #29_7 #otros

Estaba el yonki controlando el tráfico en la calle, en busca del euro derivado de ayudar en la maniobra de aparcar, previa señalización de hueco, cuando al roce con otro vehículo estacionado, la máquina de acero y gasoil empieza a pitar. –Amos, no me jodas –dice el yonki. Aunque la verdad es que más que alarma antirrobo se parece al pitido de un despertador con hambre.
Como eso no quita que el pitidico, por leve que sea, golpee al cerebro como si fuera un martillo, el yonki, en un alarde de costumbrismo ciudadano, le mete un puntapié a la rueda del alarmado coche. Silencio, tanto de alarma como en el cerebro del yonki. Tiene lógica que otro leve golpe lo desactive. No. El horror con los ojos del yonki abiertos como ensaladeras veganas. Ahora el coche lanza bramidos de angustia tan altos que hasta el padre de la criatura metálica lo debe de oír desde donde esté.
–Amos, no me jodas.


#34 #28_7 #_últimasVoluntades

—A la sombra del poder, un montón de mestizos nos creemos pulcros de alma. Ataviados con el peso de la ignorancia, nos valemos de la historia inventada. ¿Qué sabrás tú de algo que no sea trabajar y desear y envidiar y mentir? La peste no fue suficientemente grande para resetear la catástrofe. La pandemia demostró que a esta nave le iría mejor sin tripulación que la pretenda dirigir.
—Déjate de mierdas, Joan, que si la cojo de masa madre.
—Nos creemos dioses.


#33 #27_7 #otros

Llegado el momento, con toda la ciudadanía de la urbe desplazada a las periferias por el tumulto turístico, se decidió que había llegado la hora de hacer lo propio con los puestos de trabajo.
Ahora, la capital de la nación ofrecía, además de las mejores localizaciones para pernoctar, las ocupaciones laborales del populacho, siendo las cafeterías de alto contenido en azúcar y molarismo súper cool las más demandadas.
El espectáculo de ver a americanos y alemanes, japoneses o británicos, dándoles a la serviduría del caffè latte relajado, era una visión que, a la contra, atrajo a los oriundos antes desplazados en lo habitacional y laboral, produciéndose un curioso movimiento turístico practicado de manera ecológica y circular.
Por el planeta, lo que haga falta.


#32 #26_7 #otros

Por mucha calidad que tuvieran los productos de aseo en 2179, la cantidad de champú que necesitó Ripley para dejarle el pelo medio regular a Newt estaba fuera de toda lógica de limpieza.
Aun así, es fácil de entender si tenemos en cuenta la cantidad de mierda que ya arrastraba la zagala, viviendo tantos meses escondida en los conductos de ventilación desde que toda la colonia a la que pertenecía, progenitores incluidos, pereciera de manera drástica y violenta a manos de los xenomorfos alienígenas con los que tuvieron la mala suerte de encontrarse en aquel planeta elegido con poco tino para lo de vivir.
En fin, que tampoco podemos dejar pasar el detalle -nada nimio- de que más tarde, siendo secuestrada por los bichos -luego rescatada también, ya lo sabemos-, la criatura fue embadurnada de ese moco semitranslúcido con el que construyen, abrillantan y amenazan.
Y porque no lo olemos.


#31 #25_7 #otros

Sentado en el inodoro de la realidad, José Luis repasa los acontecimientos que lo han expulsado hasta este lado de la mediocridad.
Igual fueron los porros. Quizá el alcohol. O puede que fuera la incesante necesidad de pelar la banana. El caso es que, por unas cosas o por otras, José Luis no podía pasar más de quince minutos pegado a un libro y estudiar. Y menos mal que tonto tampoco. Pero el caso es que, ahora, sentado en el váter, dependiente de una tienda de la que no diremos el nombre, por motivos de privacidad imperante y publicidad innecesaria, el caso, decía, es que José Luis no sabe cómo ha llegado a este punto, en el que tiene que esconderse para no ser visto, para tomar un poco de aire, para intentar no cagarse en el padre o la madre de algún cliente o clienta, o de algún compañero o compañera. Porque eso sí, será un desgraciado, pero muy inclusivo.


#30 #24_7 #poesía

Si te cogiera un puñado,
y lo lanzara al espacio,
no sería más que eso:
un regazo en el tiempo.

Lo único especial en lo que te compone es que te compone.


#29 #23_7 #_últimasVoluntades

Deja de imaginarte haciendo esto o aquello.
Deja de preocuparte sobre lo que ocurre aquí o allá.
Deja de memorizar.
Deja de inventar.
Deja de tener fe en lo que creas o ignoras.
Deja de saberte como centro, margen, relato e historia.
Deja de hablar por hablar.
Deja de amar por amar.
Deja todo esto y un poco más.
Y, cuando lo consigas, vuélvelo todo a dejar.


#28 #22_7 #_últimasVoluntades

—Solo 20 minutos más.-dijo, tras cuatro horas de siesta y sin ventilador, en una habitación que fácilmente alcanzaba los 33C°


#27 #21_7 #otros

No necesita mirar mucho más allá para ser consciente de los múltiples universos y realidades que cohabitamos.

Sin ir más lejos, él mismo, cada día, deambulaba cumpliendo tareas y rutinas domésticas, realidad física de innegable percepción. Pero, a la vez, bien podría estar en un universo paralelo en el que alguno de los sucesos de su propio pasado, reciente o lejano, transcurriera de un modo distinto al vivido.

Ni que decir tiene que estos posibles y no posibles desembocan en circunstancias que varían al que, en el presente, las examina, entrando también él en el juego de lo posible, y bifurcando, tal vez, en otros probables, entre los cuales se encuentre éste del que hablamos.


#26 #20_7 #_últimasVoluntades

—¡Salta, paleto! ¡Salta!

Jesús, licenciado en Ingeniería de Telecomunicaciones, alicantino, de 32 años y, ante todo, persona, saltaba al son de los perdigonazos que aquel par de desgraciados del partido “España es la Caña” le disparaban a los pies; no porque lo hubieran visto en algún clásico del séptimo arte, ¡qué va!, lo hacían porque les salía de los cojones, máxima aplicable a toda esa caterva de semianormales que, durante más de dos décadas, sumieron al país en la más profunda de las utopías autoritarias.
El cómo llegamos a esto, todos lo saben. El cómo salimos, mejor no recordarlo, porque se suele decir que la historia es importante para no repetir los errores. Y un huevo.


#25 #19_7 #PalomaMensajera

Paloma mensajera tiene el récord de idas y venidas en un mismo día. Por supuesto, no se llama “Paloma mensajera”. Su verdadero nombre es Josefina, pronunciado "bruuurp" en su lengua natural.
A Josefina le ha caído en suerte la correspondencia corta, pero apasionada, de dos modernos enamorados, y la tienen todo el día de aquí para allá con cortas misivas que, de ser más extensas, le darían la mitad de trabajo.
No se equivoquen: a Josefina el extra de horas le viene como anillo a la pata para recibir ración doble de pan y agua fresquita, pero eso no quita que esté hasta el coño palomo del tontuneo de los zagales, "bruuurp".


#24 #18_7 #_últimasVoluntades

Conduciéndome por el aire, cargo en positivo lo negativo del átomo en su margen de frontera. Escucho el chisporroteo que se filtra entre mundos. Si lo dedujera alguien más, sé que se quedaría perplejo, y, con inocente aprensión, se quedaría quieto, puede que para siempre, por miedo a caer del otro lado y de allí no poder salir en lo eterno.


#23 #17_7 #otros

Hay perros - parte 2 de 2

A Gé también le gusta el sonido de los coches que pasan a 100 metros de casa. La carretera comarcal que atraviesa el pueblo y que ya, en el final, a las afueras donde vive, mece sus últimos momentos conscientes antes de caer al vacío.
La noche de los perros, la jauría empezó a brotar a lo lejos. Al principio, no podía digerir lo que estaba escuchando y lo atribuía a una alucinación del momento antes del sueño.
Se levantó de la cama con miedo y rechazo, pero con una extraña convicción de necesaria corroboración.
Desde las profundidades de la oscura noche, cruzando de derecha a izquierda por la carretera ante sus ojos, una treintena de perros corría y ladraba, presagiando el final del mundo.
La imagen sobrecoge. Por una grieta invisible, se ha colado una realidad futura. Es el fin, y Gé estará presente. Hay perros.


#22 #16_7 #otros

Hay perros - parte 1 de 2

En la habitación entra la luz de la calle. La mezcla de bombillas de farolas, de lunas y reflejos, estos, todos, todos estos.
A Gé no le importa la luz; la prefiere a la inmensa oscuridad, donde un mínimo destello podría ser aquel gordo rojo que vigila por si le da por tocarse la cuca.
Por supuesto que no impide que termine danzando con su respiración, casi cada noche desde que descubrió el ingenio biológico, pero siempre tiene un leve rencor a sí mismo, hecho con los remiendos de aquel u otro catequismo catetismo.
También dedica tiempo a generar promesas en forma de sueños despierto. Es maravillosa la integridad de una imaginación, aunque en ocasiones se tuerza en horrores. Hace tiempo que no mira debajo de la cama ni dentro del armario antes de acostarse, pero eso no significa que no sea capaz de recordar las cientos de veces que sí lo hizo.


#21 #15_7 #_últimasVoluntades

-¿Qué hay en la caja?–pregunta A.
-C lo sabe–contesta B.

Lo que la caja contiene es la razón por la que escribo cada día. Lo sabe B, y lo sabe C. Y si no lo sabe A, ¿quién soy ya para dejarlo aquí escrito? Demasiadas respuestas a los interrogantes por otra parte comprensibles.

He imaginado a A, a B, y a C. Por lo tanto, conozco lo que B y C conocen, y desconozco lo que A desconoce. La trampa está montada. El texto no es más que un pretexto para arrancar una verdad que dos terceras partes de mí mismo le esconden al resto.

No pienso caer en la ofensa de no saber guardarme un secreto. Buenas noches.


#20 #14_7 #otros

Escribir sin inteligencia artificial ni biológica.
Escribir sin la inconsciencia institucional.
Escribir sin la promesa cabal, solo por escribir, al toque,
buscando el ritmo.

Escribir a diez o a dos dedos, o a uno, o a ninguno.

Escribir sin intentar entender, solo para pedir perdón.

Escribir sin inteligencias artificiosas, bananeras,
desecantes, caprichosas.

Hoy escribo y mañana Dios dirá.


#19 #13_7 #otros

Ay! Duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, ¡UF! Sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo, sigue doliendo. Parece que pasa, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos, duele menos. Ya no duele.


#18 #12_7 #otros

El sonido de descompresión causó eco en la plaza de Bellas Artes, donde Alfonso, cada mañana desde hace demasiados años, practica el ritual desayucleico, compuesto por dos latas de cerveza bien frías de la marca más barata del chino, aunque en ocasiones especiales, como cumpleaños o fiestas nacionales, se daba el capricho de la unidad por encima del euro con cincuenta.
Era esta rotura del vacío una señal usada por el vecindario de la plaza como aviso de que había que levantarse de la cama y darse a la tarea de vivir consciente, cada uno en la medida de sus posibilidades. Y era también conocido el hecho de que no pocos de aquellos vecinos esperaban al segundo abrir de lata para, ahora sí, desperezarse y saltar de la cama al espacio del día a día.
Alfonso es el despertador de innumerables almas en aquel rincón de este lugar sin importancia. Y, el día que muera, ya sea de viejo o por pura alcohólica circunstancia, no serán pocos los que echarán de menos ese sonido al iniciar la jornada.


#17 #11_7 #_últimasVoluntades

Cada día orino en el mismo palo inerte de la luz. Lo hago esperando que broten cántaros de amoniaco. Si esta ofrenda lograra florecer, me dedicaría a recorrer las ferias de los pueblos. Vendería el líquido por lo milagroso de su manar más que por sus propiedades desintegrantes.


-¿Y qué tal desintegra?–pregunta el transitorio, algodón de azúcar en mano.
-Pues no tengo ni idea, ¡pero qué proeza el que le nazca de la verga!
-A ver, que el palo también tendrá algo que ver.
-¿Acaso cree usted que es más cuestión del palo que del falo?
-Como todo, querido sujeto, como todo, será un poco de cada.


Me meo.


#16 #10_7 #_últimasVoluntades

Arrastraba una tristeza tan del siglo pasado. Una en la que no podía hacer más que mantenerse en la misma posición en la cama, de cara a la ventana, intuyendo más que comprobando el lento oscurecer de la habitación conforme pasan las horas.
Nada de mirar al vacío digital. Deleitarse en su miseria con la plasticidad ecuánime de un fin de semana de festivales o en la playa. Sonría a la cámara. Click.
No. Su tristeza era tan real como la luz que se deslizaba hasta su consciencia, a la vez onda, y la vez partícula.
Con las primeras se fundía hasta más allá de los límites de la visión, dejándose rebotar por los prismas de la atmósfera.
Con las segundas se dejaba impregnar todo el cuerpo con la idea, de que ninguna idea, era la auténtica felicidad, por muy triste que la hiciera sentir.
Click.


#15 #9_7 #_últimasVoluntades

Si solo pudiera escribir una cosa,
Si una sola cosa pudiera escribir,
Escribiría solo siempre que pueda,
Pueda estar solo para siempre escribir,
Ni caso.


#14 #8_7 #otros

Hora punta en el baño de casa. Los distintos elementos que componen la unidad familiar, necesitan un repaso al aseo corporal, antes de marchar a sus respectivos cambios de tiempo por moneda nacional.
-¿Alguien tiene que entrar al baño?–pregunta una unidad.
-¡Si!–responden al unísono las otras dos unidades restantes.
Lo normal sería imaginar que vienen las típicas peleas domésticas o correntillas infantiles por conseguir el primer puesto, y evitar comerse los átomos que se desprenden en el ambiente de la caca del anterior. Pero no. De la primera a la última, cada una de estas personas se dispondrá a esperar turno, dependiendo de su hora de fichaje, con una paciencia y serenidad digna del que no tiene que ir a trabajar. E incluso si le toca la tercera ronda, se meterá entre pecho y espalda los efluvios diseminados en el vapor de la ducha que con dicha antes que ella sus compañeras montaron.
Hasta mañana.


#13 #7_7 #otros

-¿Es que no mesentiende, Antonio? Que te digo yo queltontopijo ha quitao la higuera de mi abuelo porque a la zagala le molestaba estar quitando brevas del suelo. Cago en dios.
«Ya se enterará mi tío Felipe cuando venga en verano. Se la va a liar graciosa.
«La higuera la sembró mi abuelo una noche de San Juan hace 37 años. Que se tiró toalanoche en vela esperando el momento exacto. Que daba gusto verla, hostias.
«Que eso no se hace, cojones, sin preguntar ni na. Subnormal.
Cuando mi tío Felipe venga en verano y pregunte le dice que se ha secao si tiene cojones. Si tiene cojones le suelta que se ha secao. Que de la hostia que le va a dar duerme en el cuartel.
«Cago en dios, la higuera. La higuera de mi abuelo.


#12 #6_7 #otros

Esta localización es el único lugar que lo lleva acompañando toda su vida. Incluso años antes de que cimentaran y levantaran la casa, ya pasaba los meses de junio metido en una caja de la fruta, con no más de tres o cuatro años, mientras la familia cogía la fruta de los albaricoqueros bajo el dorado sol del noroeste murciano, árboles arrancados para levantar el único hogar que conocen. Ahora que pasa de los 40 y lo que cree —o espera— que sea el ecuador de su vida, tiene la certeza de que, por mucho que se aleje, volverá una y otra vez. Si ha de encontrar en algún lugar la iluminación, es muy probable que sea en este, o no será en ninguno.


#11 #5_7 #_últimasVoluntades

Terraplanistas de mi vida y de mi corazón, ¿cómo no voy a entenderos?
Ya sé que la tierra es redonda, esférica, globoide, chatoide y rechoncha.
Pero es poner un pie en el camino y ¡ay de mí, que plano parece el suelo!
Tan llano incluso cuando la cuesta acometo.
No hay curva en el horizonte de mi vuelo.
Piso y piso y alineado al horizonte lo padezco, ¡lo vivo!
La tierra será una bola, pero el alma la enrasa, y por ahora con esto me sobra.


#10 #4_7 #otros

¿Es posible que nunca antes haya limpiado la estantería? De haberlo hecho, habría descubierto el pasadizo secreto al laboratorio de horror en el que ahora se encuentra. O si lo hizo —cosa que en realidad tampoco recuerda y que, por otra parte, ni yo mismo como narrador entiendo esta, mi insistencia en la idea—, puede que sea una concreta manera de colocar y recolocar los libros lo que acciona el mecanismo. ¿Cómo recordará esa combinación? No lo hará. No hará nada más.
He aquí su final.


#9 #3_7 #otros

Al catequista mongol de la Mongolia interior le gusta mucho el rock&roll y rezarle a nuestro Señor, pero sobre todo el rock&roll.
Daría lo que fuera por haber nacido en un lugar menos inhóspito para ser un ye-yé, calificativo que conoce por el padre Eusebio, y que le evoca tardes de pacharán y Ducados -sea lo que sea el pacharán y el Ducados- y noches moviendo el esqueleto al ritmo de Los Bravos -a Los Bravos sí los conoce por una cassette que el padre Eusebio lleva en el coche-.
Al catequista mongol de la Mongolia interior le gusta el rock&roll y rezarle a nuestro Señor, pero no se equivoquen, lo que en realidad anhela este catequista del montón es el segundo advenimiento de Genghis Khan, para verse envuelto en una sangrienta guerra contra todo asiático y euroasiático que no se arrodille ante el nuevo imperio mongol.
Eso sí, escuchando “Black is Black”.


#8 #2_7 #otros

Ya terminada la reunión del Comité de Empresa y con los delegados dando la espalda al equipo que lideraba la defensa empresarial, todavía el portavoz patronal les chistó para comentarles algo, El error de los delegados fue darse la vuelta cuando tenían la salida por la puerta físicamente en sus manos, Ante sus ojos aquella figura de mando levantó una trampilla en el suelo que jamás habían visto y que rompía toda lógica en ejecución y apertura, De allí brotaba una mezcla de calor y olor a sulfitos que no presagiaba nada bueno,
-Bien,–dijo el gerifalte, -Ahora les toca hablar con el jefe directamente,–Y sin nada que objetar, pues la cosa se había puesto algo más que seria, se dirigieron escaleras abajo a no se sabe muy bien dónde, aunque se sabe.


#7 #1_7 #poesía

Según voy pasando lista se me nubla la vista,
Se apodera de mí un sentimiento de angustia, tan fuerte y decadente que termino en la ducha,
Allí es más fácil mantener la cordura,
Hago y rehago las tareas con premura,
No dejo ni una ni una sola me dejo que no que no que todas
hechas y bien hechas,
Saco los pies al suelo, la verdad y la penumbra me atacan, no hay duda,
No hice nada, fue una ilusión que el vapor induce,
Ahí está toda la lista y otra vez nublada la vista,
El blíster plateado tiene la respuesta,
Acudo y consumo y oliendo bien en la cama me enfundo,
Que vengan las listas,
Que se me echen encima,
Que bajo la lengua ya tengo la amarga receta que todo lo evita,
Hasta mañana.


#6 #30_6 #otros

La “Oficina para el Registro de Muertes por metro cuadrado” lleva un registro de los lugares donde se apagaron las 109.000 millones de almas que habitaron el planeta. La labor se seguirá haciendo con las 8.000 que lo habitan ahora, y también con las que, sabe Dios cuántas, hayan de venir en el futuro.
Este conteo determina el precio del suelo y está detrás del incremento del precio de la vivienda.
Una vez descartados los lugares que, por su uso concreto, acumulan mayor número de finados, son los que menos de estos tienen los que mayor coste adquieren, pues, al estar libres de la carga espiritual que conlleva la muerte de un humano, son más proclives a soportar la dosis de lujuria, decadencia y pecado, de la que ahora se pretende, más por moda que por tradición, acompañar a la existencia durante el mayor tiempo posible.
Si están buscando casa y no les preocupa la carga trascendental, no es mala idea pasar por la página web oficial del proyecto y hacer una criba.


#5 #29_6 #otros

Tengo una historia incrustada en el cerebro desde hace tanto tiempo que el bulto ya es visible desde la imagen que me devuelve el espejo.
He delimitado la zona con un escalpelo, herencia de épocas más nobles en la familia. No ha sido fácil, sobre todo por la sensibilidad que acusaba la zona, la cual me hacía reír en cada acometida, herencia de épocas más felices en la familia.
Una vez delimitada la protuberancia y provisto de un martillo de uso común he golpeado de manera seca y sin salirme de la marca. Casi al final de la faena la historia se ha desprendido y me he dispuesto a estudiarla.
Tras un largo rato de toma de datos y meditación de los mismos he llegado a la conclusión de que la historia no es demasiado buena. Así que, con las mismas, la he colocado donde estaba a la espera de que se vuelva a unir y siga madurando.
Ya veremos.


#4 #28_6 #otros

[en el original en inglés]
-Vengo con la maleta cargada de sueños.
-Muy bien, caballero, pero vaya abriéndola, que yo la vea.-En la aduana de la terminal del aeropuerto norteamericano, Manuel Ventura pasa por el necesario trámite de la inspección de equipaje, que tantos problemas evita a la ciudadanía como, por qué no decirlo, al gobierno de la nación.
-De entrada explíqueme qué mierdas es esta amalgama grisácea de ahí.
-Oiga, un respeto.
-Tiene razón, le pido disculpas y sustituyo el “mierdas” por “diablos”.
-Mucho mejor, pero, ¡cómo!, ¿no lo reconoce? Es el Sueño Americano.-Ernesto Rodriguez, natural de Milwaukee pero de descendencia guayabera, sí que reconoce la mezcla de naturalezas contrarias o distintas en aquella sustancia.
No puede evitar que se le salten las lágrimas.


#3 #27_6 #otros

Marta Quesada, natural de Plasencia pero ahora vecina en Almería. 43 años. Un metro con setenta y tres centímetros de puro fuego cacereño. Le gusta la soledad del café por la mañana y el barullo de los niños cuando recoge a su pequeña Paula del colegio al mediodía. Disfruta con todo lo que tiene que ver con Star Wars porque siempre se quiso Princesa Leia, no por el título, sino por la valentía.
Marta Quesada está ahora mirando al mar desde la calle del piso en el que veraneaba con sus padres en los ‘90, porque en el último suspiro de vida, previo al fatal golpe de martillo de su exmarido y asesino, en la mente se dibujaba la imagen idílica de una infancia en la que fue querida.
Cogida de la mano de su padre mira al mar y se deja mecer por los millones de cristales que brillan en cegadora armonía.


#2 #26_6 #otros

Pasa que te despiertas temprano y te planteas otro día más tu existencia.
Existir, no existir, volver a existir.
¿Que tienes que ponerte a hacer café y poca gana?, no existir.
¿Que ya está el café en la taza y el primer trago te reconcilia con la humanidad?, existir.
¿Que abres el periódico y ves a los líderes mundiales gastar más dinero para matar más gente?, pues no existir, claro.
¿Que no puedes perder mucho tiempo con el quejío porque entras temprano a trabajar?, no existir, y ojo porque acabas de lograr dos “no existir” en el marcador y eso genera no se sabe muy bien bajo qué magia cuántica un existir que sumado al anterior existir vuelve a mutar ahora en un no existir y así hacia atrás hasta el momento en el que abriste los ojos en la cama, y ¡pum!, igual estás, que no estás.


#1 #25_6 #otros

 El 25 de junio de 2035 Jesús López inicia su “Ortovisión” con el simple gesto de quererlo, y abre la app de notas apuntando el siguiente título:
- DOCE MESES DOCE CAMBIOS.
- PLAN PARA EL DESARROLLO VITAL Y ESTRATÉGICO DE MI PERSONA.
 Ninguna de las opciones que su mente tras escribir tacha le resulta acertada o inspirada, así que valiéndose de la IA de su “Ortovisión” le pregunta, incluso antes de ser consciente de tal, por una lista de cambios que lo conviertan en la persona de influencia que cree merecer ser.
 La IA, que de tonta no tiene un pelo y se las sabe todas por muy artificial que sea, le espeta: ^Mira Jesús, lo que me pides es un imposible pues tú y yo sabemos que eres un sosainas, que siempre serás un sosainas, y que no hay lista de acciones posible que consiga hacer que no seas un sosainas.
 Jesús López se resigna y casi sin desearlo abre la app “Masturbagram”.



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©juanlogarcia      

Aparace una cara sonriente y una cartel que especifica que la web está creada por un humano y no por una IA